La música de autor y la poesía son dos vertientes que se dan la mano. No se entiende la poesía sin la música y viceversa. Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina o Chabela Vargas son algunos de los ejemplos del nexo inexorable entre un poeta y un cantautor. La música de autor se caracteriza por la creación de la letra de la misma por el propio cantante, por ello es probable que todo cantautor lleve un escritor rítmico dentro. En el último siglo, la música de autor se ha separado de las temáticas centradas en el amor romántico y se ha encaminado hacia la crítica social. La cultura de masas es una de las tendencias actuales en cuanto a temática, el individuo y el egoísmo racional de la sociedad propia del consumo.
Las redes sociales como altavoz
La música de autor baila entre metáforas en las cuerdas de una guitarra o en las teclas de un piano con asiduidad. Centra su desarrollo en los pensamientos, sentimientos o situaciones que inspiran al autor. Desde Silvio Rodríguez, hasta Ana Belén, nuevos autores han tomado el relevo de la pluma y las cuerdas. El mundo de las Redes Sociales ha traído consigo un avance divulgativo para quienes comienzan en el panorama de la música. La plataforma de YouTube, por ejemplo, ha servido de centro de recopilación de contenido, para músicos que comienzan sus andadas en la industria. Su compaginación con otras apps como Spotify o iTunes, se ha apostado por digitalizar el contenido y utilizarlos como altavoz.
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